A Bruno
Cardeñosa
Cuán
cierto es que la verdad necesita pocos argumentos y que el tiempo es
justiciero, colocando a cada cual donde le corresponde...
En el
verano de 1992 se puso en marcha en España el proceso de
desclasificación o apertura de los archivos OVNI de la Fuerza Aérea.
Al principio, tanto los investigadores como los estudiosos y curiosos
en general nos sentimos felices. Al fin… (Ver Investigaciones:
Documentos desclasificados por el Ejército del Aire Español). Y
cuando me refiero a investigadores estoy pensando, naturalmente, en
los de campo, los que se dejan la vida en los caminos…
Al poco,
sin embargo, algunos comprendimos que dicho proceso era un fraude. Lo
expliqué con todo lujo de detalles en mi libro "Materia reservada".
Los expedientes, lejos de ser desclasificados tal y como habían sido
elaborados, aparecieron acompañados por "conclusiones" firmadas por el
oficial de Inteligencia de turno en las que, en general, se daba una
explicación convencional a lo sucedido. Por esas "conclusiones"
desfilaron el planeta Venus, helicópteros, globos estratosféricos,
etc. Y la práctica totalidad de los casos OVNI se vino abajo.
Algunos investigadores protestamos y denunciamos una oscura
maniobra, en la que se adivinaba la mano de los negativistas de
siempre y de los que yo llamo ufólogos de salón. Estos sujetos
-así lo dije públicamente- habían tenido acceso a los documentos,
antes de que se procediera a la desclasificación, y suministraron al
Servicio de Inteligencia Militar la información necesaria para
elaborar las referidas "conclusiones". Todo ello, por supuesto, bajo
cuerda.
CINCUENTA Y OCHO CARTAS REVELADORAS
En febrero de 2004, uno de los seis colaboradores de Ballester Olmos,
harto de tanta mentira, puso en mis manos su archivo, con el fin de
que fuera publicado. Y me dijo, ante testigos: "Ballester Olmos
mintió. No era lo que dijo ser. No era físico, ni
licenciado (ver EL LADO OSCURO: Ballester Olmos: de ufólogo científico
a titulado fraudulento). Nos manipuló a casi todos. Aquí tienes
algunas pruebas…"
El
disidente y antiguo colaborador de Ballester Olmos era Willy Smith,
norteamericano, doctor en Física (Universidad de Michigan), experto en
energía atómica y uno de los ufólogos mas reconocido del mundo.
Hoy presento parte de los documentos que me fueron entregados
por Willy Smith en USA, y también ante testigos. En ellos se demuestra
lo que habíamos intuido y proclamado en 1992 y en los años
posteriores: el Ejército del Aire Español facilitaba información OVNI
a Ballester Olmos y éste la distribuía entre un "mini consejo de
consultores" (Joan Plana, que era su segundo; Manuel Borraz Aymerich;
Javier Armentia; Juan Antonio Fernández Peris; Miguel Guasp y el
referido Willy Smith), siempre de forma confidencial y "antes" de que
los expedientes OVNI fueran desclasificados. Según mis noticias
-procedentes del Ejército del Aire-, en la "creación" de ese equipo de
asesores participó, y dio el visto bueno, el Servicio de Inteligencia
Militar. Algunos otros negativistas y colaboradores de Ballester Olmos
fueron rechazados por los militares. Una de las condiciones
básicas para formar parte del "equipo" es que fueran refutadores del
fenómeno OVNI. Los expedientes -en parte o en su totalidad- eran
distribuidos por Ballester Olmos y, una vez "interpretados" por el
"mini consejo", las conclusiones y estudios eran enviados al MOA
(Mando Operativo Aéreo). Posteriormente, según criterio del Ejército
del Aire Español, dichos estudios eran "adecuados", o no, a los
intereses del Servicio de Inteligencia e incluidos, u olvidados, en
las célebres "conclusiones" que encabezan algunos de los
expedientes. Naturalmente, ninguno de los investigadores que estamos a
favor del fenómeno OVNI fuimos consultados, ni remotamente.
Las cartas cruzadas
entre Ballester y Willy Smith, y también con Joan Plana, hablan por sí
mismas. No necesitan muchos comentarios. Los subrayados en rojo son
míos.
En suma: todos
mintieron. El Servicio de Inteligencia Militar del Ejército del Aire
Español, por suministrar material secreto a un grupo de civiles. En
cuanto a Ballester y cía, por acceder a semejante oscura maniobra y
por negar que habían colaborado secretamente con los militares en un
proceso que -dijeron- "fue limpio y transparente". ¿Por qué no dijeron
públicamente lo que sí escribieron de manera confidencial?.
El internauta
sabrá sacar las conclusiones oportunas.
Como dije en su
momento, la segunda desclasificación OVNI en España, además de un
fraude, fue ilegal.
Así se
escribe la historia...